Al final, todos enfadados

Convocó la delegación de la Generalitat una reunión telemática para planificar la campaña de temporeros y evitar los problemas de la última. Pero fue, según definición de uno de los asistentes, un déjà vu con quejas repetidas cada año, las mismas críticas y falta de respuestas. Se trataba de hablar porque no había orden del día, ni propuestas concretas y así se liaron con el “efecto llamada” de cada año al que se refirió el paer de Lleida, mientras los alcaldes y las organizaciones agrarias insistían en que hay que recoger la fruta y se contrata, no se llama a nadie. También discutieron con los sindicatos por la petición de que se vacune a los temporeros y hasta alguien criticó a TV3 por la imagen que dio de los agricultores y de Lleida. En criticar la mala imagen estuvieron más de acuerdo.