Privado
Y encima, pagar el traslado
Ya sorprendió la tibieza de la respuesta de las instituciones catalanas y leridanas a la sentencia que obligaba a trasladar 111 obras del Museu de Lleida, pero la cosa ha ido empeorando. Anunció la consellera que irían hasta el final y presentarían más recursos, pero el día que se reunía el consorcio, el pasado martes, no figuraba ni en la agenda de la conselleria, ni consideraron oportuno hacer nota de prensa, ni hubo declaraciones de los patronos, aunque fuera para mantener viva la llama del rechazo. Y lo último ha sido la licitación por parte del Museu del coste del traslado de las obras a Barbastro. Dicen que es porque lo ordena la sentencia, pero da la impresión de que nos condenan, se llevan las obras y hay que pagar. Y algunos, en privado, admiten que la causa está perdida.