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Mientras unos esperan que les llegue el turno para vacunarse, otros tienen más suerte y les avisan hasta en el bar donde desayunan. Le sucedió el martes a una compañera cuando no se presentó en el centro donde vacunaban un hombre de 50 años al que le tocaba la vacuna de Pfizer.

Buscaron en el centro alguien de la franja de edad superior a los 40 años y, como no encontraron a nadie, ampliaron el círculo de búsqueda hasta llegar al bar, donde le dijeron “si te quieres vacunar, ve al centro”. Así lo hizo, la vacunaron antes de que le tocara por su edad y, además, el personal le mostró su agradecimiento de forma reiterada, porque al presentarse voluntaria había evitado que la vacuna se echara a perder y no pudiera aprovecharla nadie.

Si vuelve a pasar, que avisen y vamos voluntarios.

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