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Entrañable y merecido homenaje el que tuvo lugar el martes en la Cambra de Comerç de Lleida con la inauguración de una sala que lleva ya el nombre de Josep Maria Rusiñol, economista de Alcarràs, que murió en 2019 cuando era vicepresidente de esta entidad a la que había dedicado parte de su vida. Un detalle que pasó desapercibido por la mayoría de los asistentes al acto, pero no para el director de Crims y gran amigo de Rusiñol, Carles Porta, es que en la gran foto mural que decora esta estancia hay un coche aparcado en el vado de la Cambra y que este Audi blanco era precisamente de Rusiñol, que se pasaba horas en la entidad, y que ahora queda inmortalizado en la sala que lleva su nombre. Un abrazo a su familia, compañeros y amigos, que eran muchos.

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