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Calvario meteorológico
Llevamos unos días en las comarcas de Lleida con tormentas de agua, rayos y piedra que están rematando una de las peores campañas frutícolas de la historia. El sábado, en la zona de Aspa y Alfés, todavía se podía ver en muchos caminos el rastro de almendras que había hecho caer del árbol la piedra, y el agua arrastró. En la Conca de Dalt, el termómetro bajó de golpe hasta 20 grados con el temporal del viernes y ayer, en la N-230, el pedrisco que caía sobre la calzada daba auténtico miedo porque al salir de los túneles las piedras estuvieron a punto de provocar más de un accidente. Un poco más tarde, sobre media tarde, la tempestad se desplazó hasta el Urgell. Una lluvia que, de momento, no sirve para aliviar la sequía. Un auténtico calvario meteorológico.