Privado
Se mira, pero no se compra
El frío y la niebla han sido tradicionales aliados de la Fira de la Perdiu de Vilanova de Meià, pero este año se celebró bajo el sol y con temperaturas primaverales, lo que atrajo a más público. Entre los más pequeños triunfó la sedosa japonesa. De hecho, todos los pollitos. Más de un niño se fue a comer hecho un mar de lágrimas porque sus padres no estaban dispuestos a adquirir una mascota plumífera.
Aficiones de campeonato
Ni el Lleida ni el Mollerussa han dado la campanada, pero en el Pla d’Urgell el gol de Nico Magno se cantó como si fuera la final de la Champions. Empatar ante un Primera como el Rayo permitía seguir soñando. En el Camp d’Esports un apagón fue el presagio de que la tarde acabaría a oscuras.