Halcones a 30.000 euros

El juicio que tuvo lugar ayer en el Canyeret contra el trabajador de una empresa de cría de halcones del Solsonès destinados a la cetrería, que robaba los polluelos y, junto con otras personas, los incubaba artificialmente y luego los vendía a precio de oro, parecía más una causa por la tutela de los hijos de Shakira y Piqué que una simple vista por estafa. Había abogados de Cáceres, Sevilla y otros puntos de España intentando alcanzar un acuerdo como si se acabara el mundo. Por cierto, algunos de los halcones son de la variedad gerifalte, muy parecidos al peregrino y de gran tamaño, que adquieren jeques árabes y que pueden llegar a valer hasta 30.000 euros. Tras cuatro horas de dura negociación, hubo fumata blanca y se ahorraron otros cuatro días de juicio.