Adiós a las mascarillas

Los ciudadanos pasamos de reírnos de ver a los japoneses con mascarilla en el metro a tener la obligación de utilizarla hasta en casa si nos contagiábamos del coronavirus. Ahora solo es obligatorio su uso en el transporte público, farmacias y centros sanitarios y a partir del 8 de febrero ya no será preceptiva ni en metro, ni autobús ni trenes ni taxis. Es evidente que su uso al aire libre siempre fue de eficacia discutible, pero llevarla en espacios interiores ha salvado la vida a muchas personas vulnerables y sobre todo ha evitado contagios que saturaran todavía más el sistema sanitario. Por tanto, aprendamos de las lecciones que la pandemia nos ha aportado y no dejemos en el cajón del olvido esta prenda preventiva que puede seguir siendo muy útil para evitar contagios de virus.