Privado
Como en una lata de sardinas
No hay ninguna duda de que centralizar la celebración de Sant Jordi en Lleida ciudad en Francesc Macià y rambla Ferran ha sido todo un éxito, pero no estaría de más organizar el espacio para evitar que todos los que quieren comprar o mirar los libros de las paradas deban pasar por el pasillo central que queda en la zona peatonal, porque en las horas de más afluencia la aglomeración era tal que casi hacía imposible circular.
Cura silenciado por la música
El espacio de Sant Jordi incluía un escenario en el que actuaron grupos de jóvenes músicos y DJ justo enfrente de la iglesia del Carme, así que a la hora de la misa los feligreses oían más la música de fuera que al cura, a pesar de que este usaba un micrófono.