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La consellera de Cultura, Natàlia Garriga, se subió en El Pont de Claverol a uno de los rais que habían completado su descenso por el Noguera Pallaresa para saludar a los tripulantes. Como ya es tradición, estos acabaron dándose un chapuzón en el río, algo que la consellera evitó. Habrá que ver si en próximas ediciones alguna autoridad imita a Josep Borrell, que durante su etapa como ministro participó varias veces como raier y con chapuzón final.

Expectación por lo imprevisto

Los raiers congregaron a muchos espectadores, pero lo que provocó más expectación fue el accidente que sufrió uno de los tres rais al naufragar tras quedar atravesado en el cauce y golpear contra un pilar del puente.

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