EDITORIAL
En busca de un techo asequible
Las comarcas del Pirineo están cogiendo un protagonismo de forma paulatina e imparable desde hace unos años. Primero fue la nieve, con todo el volumen de negocio que comportó; después se sumó el turismo de naturaleza y también el cultural, a tenor de los grandes atractivos de los que puede presumir esta zona de montaña. Y ahora, a todos estos motores económicos que colaboran en gran medida a revitalizar una zona amenazada seriamente por la despoblación, se está añadiendo una importante oferta de estudios académicos. Así Sort imparte el ciclo superior de Animación Deportiva; La Seu d’Urgell es sede del Centre Inefc Pirineus, y en un futuro La Pobla de Segur y La Torre de Capdella compartirán el Institut Centre d’Esports de Muntanya dels Pirineus. Todo ello en conjunto supone una gran inyección de nuevas oportunidades y también de autoestima aunque, como acostumbra a ocurrir, hay más de un pero que impide que la historia tenga un final feliz. Y este pero no es nada nuevo. Como ya ocurrió en la temporada hibernal, cuando muchos trabajadores de temporada se las veían y deseaban encontrar una vivienda digna y a un precio asequible, ahora los estudiantes que han optado por desplazarse a las comarcas pirenaicas para cursar materias docentes y así labrarse un futuro tienen el mismo problema. Ayer dábamos cuenta de que, por ejemplo, dos jóvenes viven temporalmente en un bungalow de un camping, habitáculo que deberán abandonar en un mes cuando cierre este establecimiento al acabar la temporada turística. El caso de estos dos estudiantes es solo un ejemplo de las dificultades que otras personas, en situaciones similares, se encuentran a la hora de encontrar alojamiento. Es hora pues de que las administraciones pongan manos a la obra para solventar un problema vital y urgente, inaplazable para asentar el Pirineo como nuevo destino estudiantil y potenciarlo en este sentido. De nada servirá ampliar la oferta académica si los futuros estudiantes no encuentran un lugar adecuado en el que vivir durante el curso docente.
Tragedia en la discoteca
Al menos trece personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en el incendio registrado en la madrugada de ayer en la discoteca Fonda Milagros, en Murcia, un fuego que se extendió a otros dos locales de la zona de ocio denominada Las Atalayas. Las causas del siniestro, el más mortífero registrado en España en un local de ocio desde la tragedia vivida en 1990 en la discoteca Flying de Zaragoza, donde murieron 43 personas, seguían investigándose ayer. Es necesario clarificar los hechos con urgencia para evitar que catástrofes de este tipo puedan repetirse