EDITORIAL
Más control de los contenidos en las redes
La empresa CCC Barcelona Digital Services (subcontratada por Meta para moderar los contenidos de Facebook e Instagram) tiene 2.030 trabajadores en Barcelona y al menos el 20%, cerca de unos 400, están de baja por traumas psicológicos derivados de los contenidos que tienen que revisar diariamente. El dato lo reveló ayer La Vanguardia, que entrevistó a varios trabajadores de la compañía. La función principal de estos empleados es la de revisar el contenido más brutal que se publica en la red: vídeos de asesinatos, de desmembraciones, de violaciones o incluso de suicidios en directo. Algunos de los testimonios que han hablado explicaron que durante una jornada laboral pueden llegar a revisar unos 450 vídeos o imágenes de contenido extremo. Además, estos revisores deben tener una “tasa de acierto” alta, que asciende hasta el 98%, es decir, que sus decisiones tienen que coincidir tanto con las de otros moderadores como con la del auditor superior. Si la tasa de acierto baja, pueden, incluso, ser despedidos. Los 10 trabajadores entrevistados revelan que sus informes médicos recogen cuadros de estrés postraumático, ansiedad, insomnio, depresión e incluso intentos de suicidio. Algunos de ellos todavía trabajan en la empresa, aunque de baja, y otros ya se han marchado. Algunos se plantean denunciar. Ante estos datos escalofriantes, cuesta plantear soluciones porque las redes sociales han cambiado tanto nuestros comportamientos colectivos que afectan de igual modo a los adolescentes que a los adultos. La sociedad tiene pendiente un debate serio sobre su relación con las pantallas. Los beneficios de la digitalización son evidentes, pero los perjuicios alcanzan proporciones inaceptables. Ahí está el consumo masivo de porno por parte de unos niños que reciben una visión de la sexualidad machista, violenta y humillante para la mujer, que está en la base del aumento de agresiones sexuales cometidas por menores, o los descorazonadores resultados pedagógicos en los colegios desde que los menores tienen móviles en las aulas. Es urgente exigir a las plataformas un veto mucho más riguroso de los contenidos extremos contratando a más personal, respetando sus derechos y exigiendo más formación porque, por increíble que parezca, las empresas subcontratadas por Meta no exigen ninguna para llevar a cabo un trabajo tan complicado y desagradable.Musulmanes sin mezquitaLa mayor comunidad musulmana de Lleida sigue sin mezquita tras 12 años rezando en el Palau de Vidre. La principal responsabilidad es suya, porque sus líderes sabían que esta sede era provisional. Es de esperar que el solar que licitará la Paeria permita acabar con los rezos en la calle