EDITORIAL
La otra pandemia
Los centros sanitarios de las comarcas de Lleida registraron una media de 289 visitas al día por temas de salud mental en 2022, lo que supone un incremento del 18% respecto al año anterior. Son 105.692 atenciones médicas, la gran mayoría por trastornos de ansiedad y depresión. Ayer se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental en el que se hizo hincapié, una vez más, en la necesidad de acabar con los tabús y estigmas que tanto daño causan a los afectados y a sus familiares. Y es que no hay un único perfil. Las estadísticas ponen de relieve que nadie es inmune a sufrir una enfermedad mental. Las cifras no dejan de dispararse. Según datos facilitados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, en tan solo siete años se han duplicado el número de bajas tramitadas por este motivo. De hecho, el 80% de los docentes que piden ayuda lo hacen por motivos de salud mental, sobre todo profesores de secundaria. Pero no son los únicos. Casi todos los colectivos que trabajan de cara al público se ven afectados. Tampoco es una cuestión de edad. El 40% de las personas que se suicidan en España tienen más de 60 años pero, a la vez, un estudio publicado por la Universitat Oberta de Catalunya pone de manifiesto que una de cada cuatro adolescentes tiene un estado de ánimo bajo, el doble que los chicos (un 25,1% frente a un 11,6%). Solo en las comarcas de Lleida en 2022 se atendió a más de 30.000 menores de 15 años afectados por algún trastorno de salud mental o adicciones. Más cifras: la OMS estima que cerca de 280 millones de personas de todo el mundo sufren depresión, un 28% por ciento más que antes de la pandemia. Y los expertos dictaminan que esto es solo la punta del iceberg, porque no todos los casos están diagnosticados. El miedo a la estigmatización y la llamada dictadura de la felicidad que emanan las redes sociales todavía ejercen mucha presión. Por eso son imprescindibles publicaciones como En el laberinto: guía ilustrada de psiquiatría, de Cristian Llach y Valentina Silvia, que se presentó ayer en Lleida en el marco del día mundial. O Mares, crònica d’una situació límit, de la periodista leridana Sònia Quer, que aborda la depresión posparto a partir de su propia experiencia y la de una veintena de madres que aportan su testimonio. Como también es importante la puesta en marcha del primer canal de YouTube de divulgación psiquiátrica en catalán. Cada iniciativa ayuda a empoderar a las personas afectadas. Una fortaleza necesaria para dar el primer paso, el más difícil: pedir ayuda. Luego llega el turno de las instituciones, que deben garantizar que habrá alguien al otro lado cuando esto ocurra. Superada la pandemia del coronavirus, es hora de enfrentarse a esta otra pandemia silenciosa del siglo XXI garantizando recursos que eviten listas de espera y den oxígeno a las familias.