EDITORIAL
Gaza, una masacre que debe parar
Según adelantó The Washington Post, Israel, EEUU y Hamás están cerca de cerrar un acuerdo para liberar rehenes a cambio de hacer una pausa en el conflicto durante varios días. “Sería un pacto provisional que liberaría a decenas de mujeres y niños retenidos como rehenes en Gaza, a cambio de un alto el fuego de cinco días en los combates. La liberación podría comenzar en los próximos días. Salvo contratiempos de último momento (el secuestro de un carguero en el mar Rojo ayer no ayuda), podría conducir a la primera pausa sostenida en el conflicto”, según este prestigioso periódico norteamericano. No había anoche más información oficial que esta, pero este diario estadounidense tiene una trayectoria de rigor y de buenas fuentes para dar credibilidad a esta tregua, en una masacre que está enrojeciendo al mundo entero. Nadie pone en duda que Hamás es un grupo terrorista, por mucho que haya sido votado por los ciudadanos de Gaza, pero la inmensa salvajada que cometieron estos palestinos radicales, asesinando a ciudadanos de a pie indiscriminadamente, no puede ser nunca excusa para atentar contra centenares de civiles indefensos; hombres, mujeres y niños desarmados que son, al igual que los mismos rehenes, víctimas de la sinrazón. La causa palestina es justa, como lo es la de Israel, pero es evidente que a sangre y fuego solo se logrará aumentar el odio. La comunidad internacional, sobre todo EEUU, Europa y los países árabes no sujetos al integrismo islámico, tienen la obligación, moral y política, de hacer algo más que declaraciones de buenas intenciones. Los terroristas puede que no atiendan a razones, pero Israel es un estado democrático que ha de respetar los derechos internacionales, por mucho que su actual presidente, Benjamín Netanyahu, sea un político muy escorado a la derecha. Esperamos que se confirme este intermedio y que en él se pueda lograr un alto el fuego definitivo que acabe con esta masacre a todas luces inhumana en un conflicto que lleva décadas estancado, sin que las apuestas de paz hayan fructificado. Bebés prematuros40 niños y niñas prematuros nacidos en el Arnau de Vilanova de Lleida participaron en la celebración de su Día Mundial, un acto simbólico con el que el hospital leridano quiso seguir mostrándose cerca de las familias que han sufrido esta complicación, en la que es muy necesario invertir recursos y tiempo de investigación. Solo las personas que pasan por este trance saben del sufrimiento que comporta y, gracias a la ciencia, la mortalidad de los bebés prematuros se ha reducido drásticamente en el último siglo. Pero nunca es suficiente y el Arnau hace una gran labor con este servicio pediátrico