EDITORIAL
Falta vivienda y hay que encontrar soluciones
El número de viviendas que se han empezado a construir en la provincia de Lleida entre enero y septiembre de este año es de 299, un 47,7% menos que el mismo periodo de 2022. De hecho, es la provincia catalana que registra una mayor caída, seguida de Barcelona (-17,4%) y Tarragona (-0,4%), mientras que en Girona aumentaron un 31,4%. En toda Catalunya, el número de viviendas iniciadas descendió un 12,4%. Un hecho que preocupa mucho a la delegación en Lleida de la Associació de Promotors de Catalunya (APCE), y su presidenta, Montse Pujol, lo atribuyó al aumento de los costes de la construcción y a una normativa inestable. “A la vivienda se le da mucha importancia en las elecciones, pero luego las medidas no han estado a la altura”, aseguró. Una de las reclamaciones que remarcó Pujol es tener “un marco legislativo que nos ampare y que no cambie cada 4 años”. Señaló que “necesitamos políticas que duren más de una legislatura y por lo visto hasta ahora se ha demostrado que intervenir en los precios no ayuda, sino que lo efectivo es poner más oferta en el mercado”. Para ello propone el cambio de los módulos de los precios de pisos calificados de protección oficial, para que la ciudad pase de la zona B a la A, una medida que también ha pedido la Paeria a la Generalitat. Por su parte, el presidente de la APCE, Marc Torrent, defendió que Lleida eleve los topes de precio en los pisos sociales para que a los promotores les sea rentable hacerlos. “Lleida lo necesita para conseguir esta viabilidad y promover la colaboración público-privada, que es muy necesaria para dar salida a solares. Es evidente que la construcción es un termómetro de la vitalidad económica porque de ella dependen muchos otros sectores. Solo hay que echar la vista atrás y ver las pérdidas que comportó la burbuja inmobiliaria. La banca quedó escarmentada el 2008, y con razón, pero los tipos de interés actuales y los costes de materiales y trabas burocráticas solo están consiguiendo subir los precios, lo que en nada favorece al ciudadano medio, que antes podía adquirir una vivienda con un sueldo normal y, ahora, se necesitan al menos dos para cualquier piso. No hay oferta y, si se opta por alquiler, el precio está también por las nubes. Vuelve el Big BenPocas noticias han provocado tanta expectación como la reapertura del Big Ben, compra que se concretó ayer y cuyos nuevos propietarios tienen intención de reabrir por fases. La memoria colectiva del ocio del Pla d’Urgell, de todas las comarcas de Lleida y Pirineo y de buena parte de Catalunya y la Franja de Ponent estuvo ligada a esta macrodiscoteca durante décadas y su vuelta es una buena noticia