Medicinas y salud pública

A un total de 14.669 leridanos, 12.544 de las comarcas del llano y 2.125 del Pirineo, les recetaron diez o más fármacos diferentes en 2022. Con 1.507 usuarios polimedicados, el CAP de Mollerussa fue el que registró más, aunque el que concentró un mayor número en términos relativos fue el Primer de Maig de Lleida, donde el 5,2% de sus pacientes (1.293) tenían prescritos diez medicamentos como mínimo con una duración igual o superior a tres meses. Les sigue el CAP de Balaguer, en el que se recetó esta cantidad a 1.077 usuarios. Son datos de la Central de Resultados que Salud publicó el miércoles. Este informe indica que una de cada 5 personas mayores de 75 años está polimedicada, lo que incide en lo que ya hemos debatido en varias ocasiones: tenemos una sanidad más farmacológica que terapéutica, con los riesgos que ello conlleva. Es evidente que las medicinas han conseguido alargar la vida de las personas y que enfermedades que antes eran prácticamente incurables ahora pueden llegar a ser crónicas y permiten a los pacientes no sólo vivir más, sino mejorar su calidad de vida. Pero esta evidencia estadística no debe ser un inconveniente para abordar la necesidad de suplir o complementar algunos de estos fármacos con hábitos saludables, igual o más eficientes. Y este déficit que tiene el actual sistema sanitario no implica una crítica a los facultativos, y menos en Lleida, dado que de los equipos de Atención Primaria (EAP) catalanes, los mejor valorados son leridanos: el de Artesa de Segre es el que obtuvo una mayor puntuación (8,93), seguido de Tremp (8,89) y Lleida Rural Sud, cuyo centro está en Albatàrrec (8,71). De hecho, los EAP del Alt Pirineu i Aran y Lleida son los mejor puntuados de toda Catalunya, con unas notas medias de 8,12 y 7,89. El problema es de recursos, la medicina no sólo ha de diagnosticar y curar enfermedades, también debe prevenir y acompañar al enfermo y esta cadena no sólo se cura con medicinas. Para incidir en la salud pública de una forma global hacen falta muchos más medios y facultativos.Cumbre del climaLa cumbre del clima (COP28) que arrancó ayer en Dubai supone el primer gran examen del Acuerdo de París. Las ausencias de Xi Jinping y de Joe Biden, junto con una presidencia ligada al lobby fósil, marcan un encuentro mundial con muchas sombras. La crisis climática se acelera y cada año hay nuevas anomalías atmosféricas, récords de temperatura y desastres meteorológicos y las medidas a tomar no pueden ser solo de control de riegos o parques y jardines. El cambio nos compete a todos, de forma individual y colectiva, pero es evidente que las líneas marco las debe poner la política