EDITORIAL
Un tren de vida aún poco fiable
La Generalitat presentó ayer las imágenes y las características técnicas de los cuatro trenes eléctricos que FGC estrenará en la línea de Lleida a Manresa cuando pase a ser la operadora del servicio, en 2025. Los convoyes, que ya han empezado a construirse, tendrán una capacidad de 439 pasajeros y doblarán las frecuencias actuales de paso, con lo que la línea pasará a tener una capacidad anual de un millón de viajes. Los nuevos trenes eléctricos estarán formados por tres coches cada uno, tendrán seis puertas a cada lado (12 en total), 164 asientos (140 fijos y 24 abatibles), dispondrán de pantallas informativas y no habrá peldaños para acceder al tren ni entre vagones, que estarán interconectados. Además, cada tren dispondrá de dos espacios reservados para personas con movilidad reducida, así como dos espacios multifuncionales, por ejemplo, para bicicletas y cochecitos de bebé. El contrato para los nuevos convoyes, adjudicado a Stadler, incluye el mantenimiento por un período de 15 años. El suministro de las nuevas unidades tiene un coste de 44 millones de euros, y el mantenimiento es de 21,2 millones. Según la Generalitat, el nuevo servicio que operará Ferrocarrils entre Lleida y Manresa permitirá los siguientes cambios y mejoras: reconvertir la línea R12 actual en la RL3 Lleida-Cervera y el RL4 Lleida-Manresa, e integrarla en la R4 en el tramo Manresa-Barcelona, mediante transbordos de entre 5 y 10 minutos. Doblará las expediciones actuales entre la capital del Segrià y Cervera, al pasar de las 6 actuales por sentido en día laborable a las 12 previstas. Incrementará las expediciones entre Cervera y Manresa, de las 3 actuales a las 5 previstas. Mejorará la cadencia de los trayectos, a fin de que estén mejor distribuidos a lo largo del día. Más oferta en hora punta de la mañana. Favorecerá una mayor fiabilidad, puntualidad y calidad del servicio y coordinación y conectividad en Lleida, tanto en la alta velocidad como con la línea de FGC Lleida-Balaguer-La Pobla. Si todo esto se cumple a poco más de un año vista, realmente podremos comenzar a hablar de verdad de Rodalies Lleida, terminología que hoy por hoy es solo eso, una palabra que nada tiene que ver con la realidad de unos servicios por ferrocarril muy deficitarios en Lleida, tanto en servicio, como en frecuencias, puntualidad y conexiones. Que vecinos de Bell-lloc, Mollerussa, Golmés, Anglesola, Tàrrega o Cervera, y por parte de la línea de Tarragona, Juneda, Les Borges o Vinaixa no puedan plantearse utilizar el ferrocarril como alternativa al coche para desplazarse a Lleida o a cualquier otra ciudad de Catalunya porque las líneas convencionales de tren son muy poco fiables ha provocado y provoca todavía a día de hoy un agravio al reequilibrio territorial y es una hipoteca muy grande para el mundo rural de Lleida y sus comarcas y sus intentos de repoblación y asentamiento.