Un rey mago de hace mucho tiempo

SRA. DIRECTORA: 

En los años de efervescencia política nos saludábamos con un hola o un adiós. Pero, todavía ahora, si coincidíamos algún golpe en la rambla de Ferran. Últimamente, viendo su decadencia física y, naturalmente, también la mía, me daba cuenta de cuántos años han pasado, de las épocas de ilusiones, del pasar de ir a los plenos cada mes, del conocer todos los regidores, a la visión de hoy, como si ya casi nada formara parte de mi vida. Veo una esquela en el diario que ponen los compañeros de un hijo suyo y, como que no lo tengo claro, pregunto a un par de personas del trabajo si realmente es el Villanueva, regidor de hace dos-mil años. Compañeros más grandes que yo misma, personas con una cultura extraordinaria, que están al caso de la ciudad, de temas municipales, de asuntos sociales... ninguno de ellos no sabe de quién hablo.

Con qué facilidad, con qué rapidez, nos olvidamos de todo y de todo el mundo, qué importa si se ha hecho buen trabajo o si se ha sido un perfecto inútil... desaparecen tiendas y, al cabo de nada, no consigues recordar qué había donde ahora venden carcasas de móvil y desaparecen personas, que cuando quieres explicar quién eran, casi nadie te entiende. Dichosamente, el señor Cal, todo el comité de honor y el equipo de asesores estarán a la altura el año que viene... espero.