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Frenar el éxodo rural es uno de los principales objetivos que administraciones de toda índole, desde la municipal hasta la estatal, deben tener en su punto de mira, puesto que de ello depende la supervivencia de decenas de municipios de Lleida. Pero además de evitar que los actuales habitantes de estas poblaciones las abandonen, es imprescindible atraer a nuevos vecinos. Para ello, la Generalitat ha avanzado una iniciativa que puede hacer atractiva la posibilidad de trasladarse a vivir a un pueblo. Tal como informábamos ayer, proyecta rebajas en la cuota autonómica del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para incentivar que familias con hijos se establezcan en 210 municipios rurales de las comarcas de Lleida, que suponen la gran mayoría de los de la provincia, que son 231. Entre los requisitos que deben cumplir estas zonas destacan tener menos de 2.000 vecinos, una densidad de población de hasta 90 personas por kilómetro cuadrado o llevar diez años perdiendo habitantes. El anteproyecto del Estatut del Municipi Rural, que ha iniciado su tramitación la semana pasada, contempla deducciones fiscales que van desde 750 hasta 2.000 euros por el primer traslado a una de estas localidades, así como otra de hasta 6.000 € por la compra de una vivienda como residencia habitual. Estos incentivos se aplicarán a familias con hijos de hasta 16 años que se establezcan en uno de estos pueblos y escolaricen a los menores en centros de la zona si tienen tres años o más. Solo podrán beneficiarse una vez de esta medida. Estas familias podrán deducir 750 € en la declaración de la renta. Si son monoparentales, la cifra se eleva a 1.500 €. En municipios de especial atención (que son los que tienen menos de 500 habitantes, una densidad de población menor de 12,5 personas por kilómetro cuadrado, o un índice de envejecimiento doble de la media catalana) la deducción es de 1.000 euros y de 2.000 para familias monoparentales. En cuanto a la deducción por adquirir una vivienda, abarca el 15% de las cantidades pagadas (el 20% en un municipio de atención especial) hasta un máximo de 6.000 euros. El anteproyecto de ley contempla también que puedan deducirse en la declaración de la renta obras para rehabilitar estas viviendas, siempre que se trate de la residencia habitual de su propietario. En cuanto a las deducciones al alquiler que ya aplica el Govern a colectivos como jóvenes hasta los 32 años y personas de más de 65, el porcentaje deducible del 10% anual pasa a ser de entre el 15% y el 20% en municipios rurales. Interesante pues esta iniciativa, pero debe llegar acompañada de otros incentivos como son dotar a estos pueblos, o a pocos kilómetros a la redonda, de servicios básicos como atención médica, cajeros de banco o buenas comunicaciones, tanto terrestres como de índole digital. Así el pack sería completo o el poder de atracción de estos municipios se multiplicaría.

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