EDITORIAL
Más que un museo
Buena noticia el nombramiento de la historiadora y museóloga Clara Arbués como nueva directora del Museu de Lleida. Al margen de los méritos profesionales de esta medievalista hasta ahora delegada diocesana del patrimonio del obispado de Urgell, era importante que el Museu de Lleida cubriera con celeridad la vacante en la dirección que había dejado Josep Giralt tras su jubilación el pasado mes de noviembre. El Museu de Lleida tiene técnicos sobradamente preparados para que no se detenga la actividad, pero a nadie se le escapa que este equipamiento es más que un museo. El 11 de diciembre de 2017 la aplicación del 155 facilitó que, en cumplimiento de una sentencia que no era firme, un ejército de guardias civiles tomara el edificio de madrugada para llevarse 44 obras de arte originarias de Sigena hasta este monasterio oscense. Fue una noche larga, con protestas en la calle y lágrimas en el interior de la pinacoteca. En 2021 fue el turno de las 111 obras de arte originarias de parroquias aragonesas que habían formado parte del obispado de Lleida durante 800 años. Otro golpe tras e incorporando a su colección siete obras cedidas por el MNAC. Y pese a esta azarosa historia reciente, el museo no ha parado, con exposiciones temporales de gran éxito como la dedicada al patrimonio paleontológico Què tenim sota els peus? o Romans a Ponent. Ilerda, Iesso, Aeso, que puede visitarse hasta el 14 de enero. Clara Arbués tendrá el reto de hacer crecer el museo tras esta etapa convulsa. Y necesitará todo el apoyo de las instituciones que integran el patronato de la entidad. Superada la pandemia, las reuniones virtuales pueden ser muy útiles para acelerar trámites, pero como mínimo una vez al año deberían encontrarse en Lleida todos los miembros del consorcio, con la consellera de Cultura al frente, como había ocurrido hasta 2021. Los gestos cuentan.