EDITORIAL
Un año nuevo con muchas incógnitas
El año 2023 ha estado marcado en las comarcas de Lleida de forma general por la persistente sequía y los episodios de calor extremo, mientras que en el ámbito político destacan los cambios de gobierno en la capital y en varios de los principales ayuntamientos a raíz de las elecciones municipales, que han beneficiado principalmente al PSC.
En Catalunya, ERC y Junts han intensificado su pugna por el liderazgo independentista, mientras que en España PSOE y PP han convertido la suya en una guerra abierta tras las generales, especialmente después de que el socialista Pedro Sánchez consiguiera revalidar la presidencia pactando con los independentistas a pesar de que los populares habían sido la fuerza más votada. Este acuerdo ha abierto un nuevo escenario que deberá concretarse próximamente con la aprobación por parte del Congreso de una ley de Amnistía que beneficiará a líderes políticos y otros activistas del procés, un escenario que hace solo un año parecía utópico.
Precisamente, una de las incógnitas de 2024 en Catalunya y España será comprobar hasta qué punto es sólida esta entente –y hasta dónde están dispuestas a ceder ambas partes– y qué impacto tendrán en el tablero político cuestiones como el regreso de Carles Puigdemont. En el ámbito económico, una de las palabras que más definen a 2023 es “inflación”, con la consiguiente repercusión negativa en los recursos de las familias. Uno de sus motivos, según afirman expertos en la materia, es la inestabilidad internacional, con la invasión rusa de Ucrania y la más reciente guerra entre Israel y Hamás como grandes exponentes.
Nada apunta a que ambos conflictos quedarán resueltos a corto plazo y habrá que ver cómo evolucionan. En lo que respecta a la política mundial, las elecciones europeas, a pesar de la baja participación que suelen registrar, servirán para constatar si los partidos populistas y ultras siguen al alza tras su último éxito en los Países Bajos, y hasta qué punto pueden desestabilizar a la UE, o bien retroceden o, como mínimo, no suben. Y la guinda la pondrán las elecciones de EEUU del 5 de noviembre, en las que hay serias posibilidades de que Donald Trump pueda recobrar el poder, con todo lo que comportaría.
Son asuntos que pueden parecernos un tanto ajenos pero que inciden directamente en nuestro día a día a nivel económico y en el futuro de nuestro planeta. Porque volviendo al inicio de este editorial, 2023 se ha convertido en el año más caluroso de la historia. Es evidente que el cambio climático ya provoca temperaturas más altas que las previstas en los peores escenarios que se manejaban hace un tiempo, y también lo es que solo la cooperación entre los países, empezando por los más poderosos, puede mitigarlo.
Por eso es necesario que haya líderes que estén a la altura de este reto. Un deseo para un año nuevo que esperamos que sea provechoso para todos nuestros lectores.