APUNTE AJENO
No tenemos miedo
Palabras para combatir el terror. El grito de guerra que ayer se oyó en Barcelona fue “no tengo miedo”, un grito espontáneo que se abrió camino nada más concluir un minuto de silencio atronador donde todos, desde el Rey al presidente del Gobierno y el de la Generalitat, arropados por todas las instituciones dieron una imagen de unidad a la altura de lo que reclamábamos los ciudadanos.
El Estado Islámico ha golpeado a nuestro país tras años señalando a España como objetivo. Podía suceder y ha pasado. Los periódicos de todo el mundo recogían ayer, con la sangre aún caliente de los muertos, como el júbilo estalló en los canales de comunicación de la órbita del Estado Islámico pocos minutos después de empezar la pesadilla en Les Rambles. “A todos los españoles”, reclamaba una cuenta anónima en uno de los servicios de mensajería utilizados por los simpatizantes del yihadismo, “ahora es el tiempo de pagar por todo lo que vuestro gobierno ha hecho a nuestros inocentes en nuestros países”.
La reivindicación del grupo yihadista del atentado que, de momento, ha costado la vida a catorce personas y dejado un centenar de heridos, llenando de sangre y dolor Les Rambles de Barcelona, llegó después en un comunicado, emitido por su medio propagandístico Amaq: “Soldados del Estado Islámico llevaron a cabo la operación, bajo órdenes del Califato contra países de la Coalición” afirmaron sintiéndose repugnantemente orgullosos de la barbarie.
Ana tenía cierta prisa. Debía acudir al trabajo cuando, a las cinco de la tarde, pasaba por Les Rambles, a la altura del mercado de la Boquería. “Le decía a Gabriel, mi hijo: Vamos. Pero él se quedó mirando un momento a un chico que hacía una caricatura. Si no nos hubiéramos parado, la furgoneta nos habría cogido”, explicó la mujer a la emisora RAC1. Sabemos que los teóricos de la yihad vienen recomentando a su acólitos como la mejor manera de evitar la filtración de sus macabros planes, el uso de lobos solitarios o “grupos autónomos muy pequeños” que pusieran en marcha “una yihad individual” pero en Les Rambles todo ha sido minuciosamente elegido y preparado. El Estado Islámico quería una orgía de sangre y dolor en nuestro país y sus acólitos han seguido fielmente las instrucciones.