APUNTE AJENO
Lo mejor y lo peor
Desde los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils los perfiles políticos de España han ido cambiando de manera muy notable, hasta el punto de presentar un panorama inédito en los últimos años.
Lo que digo se refiere de modo muy especial al clima de relaciones entre los partidos políticos de todos los colores, que proyectan un desconocido sentimiento de unidad que nunca habríamos imaginado. Solo pequeñas excepciones se han salido de la regla, como es el caso de la CUP y la actitud islamófoba de pequeñas minorías de extrema derecha.
Los partidos políticos, incluidos Partido Popular y Podemos, con todo el sentido de responsabilidad y dando de lado a discrepancias normales en otras ocasiones. Los medios de comunicación, bastante más sensatos de lo normal.
La sociedad en general, también, si se exceptúan disparates como los de algún cura en un templo madrileño. Quiero decir que la ejemplaridad ha sido la nota dominante en todos los ambientes, y ese es un motivo para mirar hacia el futuro con un poco más de confianza y esperanza que hasta ahora.
Lo mismo hay que decir de la población inmigrante musulmana sobre todo en Catalunya, a la que se ha visto especialmente dolorida por los sucesos terroristas y preocupada a la vez por el temor a malentendidos que siempre anidan en el alma de personas sin juicio y sin cultura democrática.
Pero lo más destacable desde la vertiente de los sentimientos, estos días ha sido el espectáculo televisivo de las gentes, los políticos y las personas normales, que han pasado ante los ojos de todos los españoles como depositarios de unas virtudes que solamente se perciben en situaciones como las que estamos viviendo, pero no confundamos las cosas pensando que los grandes problemas de otra índole van a desaparecer.
Esta nueva experiencia de colaboración, unidad e incluso confraternización sin duda va a ser muy útil para ayudar a todos a ver el problema con otros ojos. Lo mejor y lo peor del ser humano ha estado en escena. No me cabe duda de que todo lo sucedido es imposible que pase sin que hayamos aprendido a mirar las cosas desde las otras perspectivas.