APUNTE AJENO
10 claves electorales
Este Gobierno
nació para convocar elecciones. Bueno, para acabar con el Gobierno de Rajoy y para convocar elecciones. Sánchez decidió que tenía una gran oportunidad de aparcar las elecciones, “gobernar” y convencer al país de que era la solución. Cuatro meses después, las elecciones parecen la única salida. Estas son las claves.
1. El juicio del Procés comenzará en diciembre o enero y tensará aún más las relaciones con la Generalitat.
2. Las incoherencias de Sánchez y de su equipo sobre el propio problema catalán
3. La situación económica puede empeorar en los próximos meses por una desaceleración lenta pero creciente.
4. La descomposición progresiva del Gobierno. Parece difícil que aguanten tanto Delgado como Duque. Y aunque lo hagan, una reprobada y otro sin argumentos, la debilidad de Sánchez es creciente. Hay otros ministros en la cuerda floja.
5. Las nuevas revelaciones de Villarejo. ¿Cuánto le falta por contar? Cada día, un escándalo más.
6. La imposibilidad de hacer ninguna de las grandes reformas previstas, por mucho que haya “acuerdos”: pensiones, fiscalidad, financiación autonómica, reforma constitucional...
7. La amenaza de los aliados. Podemos quiere marcar la agenda gubernamental y arrancar concesiones, pero si ve debilidad en Pedro Sánchez, tratará de nuevo de hundir al PSOE para alcanzar el liderazgo de la izquierda. El PNV y el PDeCAT le pueden dejar solo en cualquier momento.
8. Las elecciones andaluzas no serán a la medida de Sánchez sino de Susana Díaz y serán antes de las municipales. Un buen resultado “de Susana” o un mal resultado “del PSOE” afectaría a nivel nacional.
9. Aunque el presidente ha hecho un CIS a medida y para sus intereses la manipulación de los datos puede volverse en su contra. Frente a los 10 puntos de distancia con el Partido Popular, según el CIS, no son más de 4 y reduciéndose, los de otras encuestas.
10. “Resistiré” es el himno de Sánchez. La resistencia es la gran cualidad de Pedro Sánchez. Ha superado lo insuperable. Por eso, siempre hay que dejar un espacio a lo inesperado.