SEGRE

Creado:

Actualizado:

Ahora que hemos entrado en la última semana de agosto y por tanto está a punto de iniciarse el nuevo curso para los que regresamos de vacaciones lo único evidente es que las cosas de la política siguen como estaban. A saber: Sánchez mareando la perdiz con esas reuniones con colectivos sociales para hacer un programa de Gobierno. Curiosa iniciativa porque digo yo que a estas alturas ya tendría que tener un programa definido y decidido. Pero por reuniones que no quede, sobre todo para dar la impresión de que “hace” algo para evitar que se repitan las elecciones.

En Unidas Podemos continúan “erre que erre” en que o entran en el Gobierno o que no cuenten con ellas-ellos.

La verdad es que resulta insólito que se arroguen el papel de guardianes de las esencias de la izquierda y que aseguren que no se fían de Sánchez y que por eso quieren estar en el Gobierno para vigilar que este haga lo que tiene que hacer. Eso sí, en los mentideros de la Villa y Corte se empieza a murmurar que lo mismo Unidas Podemos da la sorpresa en la sesión de investidura y se abstienen. Si fuera así, Sánchez podría ser investido presidente pero su Gobierno continuaría estando en una situación de interinidad, ya que tendría que buscar acuerdos a izquierda y derecha para poder gobernar. Y no es que yo sea pesimista, pero viendo cómo se las gastan nuestros actuales dirigentes políticos, es evidente que cada cual va a lo suyo, es decir que para ellos prima el corto plazo, los intereses partidistas por encima de los intereses generales. Luego tenemos a Pablo Casado, cuyos asesores se han sacado de la manga lo de España Suma para convencer a Ciudadanos y a Vox que juntos ganarían las elecciones. Por lo pronto, desde Ciudadanos ya le han dicho que no quieren saber nada del asunto. Además Casado tiene que terminar de encontrar su “papel” en esta etapa.

En cuanto a Ciudadanos, no hay quién les entienda y además cuesta “reconocer” a este partido que empezó siendo socialdemócrata para pasar a definirse como liberal y ocupar un papel “central” en la política española mientras que ahora, en su último bandazo, aspira a ocupar el espacio de la derecha.

Sin olvidarnos de los partidos nacionalistas y sus advertencias del “otoño” que nos preparan.

tracking