BOIG PER TU
Incitando a ludópatas
Ya lo hemos escrito con anterioridad. En materia televisiva no nos escandalizamos fácilmente ni somos de aquellos que se la cogen con papel de fumar. Sin embargo invita, cuando menos, a reflexionar si se están haciendo las cosas de manera adecuada, al ver cómo, de un tiempo a esta parte, prolifera en las parrillas televisivas una agobiante, machacona y, ¿por qué no?, abusiva avalancha de reclamos de casas de apuestas deportivas. La cosa se hace especialmente sangrante coincidiendo con la retransmisión, no importa bajo qué plataforma –bien sea en abierto o de suscripción– de un partido de fútbol, que como también es un no parar, llueven promociones a diario. Decimos esto porque mientras el tabaco –ese ni mentarlo– y el alcohol están vetados o semivetados en la pequeña pantalla, las casas de apuestas campan a sus anchas dando todo tipo de facilidades y ayudas estadísticas para apostar sobre seguro o incluso con “créditos” light para seguir jugando aunque las cosas vayan mal dadas. ¿De verdad no estaremos fomentando una creciente legión de ludópatas televisivos?Ya lo hemos escrito con anterioridad. En materia televisiva no nos escandalizamos fácilmente ni somos de aquellos que se la cogen con papel de fumar. Sin embargo invita, cuando menos, a reflexionar si se están haciendo las cosas de manera adecuada, al ver cómo, de un tiempo a esta parte, prolifera en las parrillas televisivas una agobiante, machacona y, ¿por qué no?, abusiva avalancha de reclamos de casas de apuestas deportivas. La cosa se hace especialmente sangrante coincidiendo con la retransmisión, no importa bajo qué plataforma –bien sea en abierto o de suscripción– de un partido de fútbol, que como también es un no parar, llueven promociones a diario. Decimos esto porque mientras el tabaco –ese ni mentarlo– y el alcohol están vetados o semivetados en la pequeña pantalla, las casas de apuestas campan a sus anchas dando todo tipo de facilidades y ayudas estadísticas para apostar sobre seguro o incluso con “créditos” light para seguir jugando aunque las cosas vayan mal dadas. ¿De verdad no estaremos fomentando una creciente legión de ludópatas televisivos?