No dan puntada sin hilo

No debería, a estas alturas del partido, asombrarnos, pero aún nos dejan con la boca abierta al observar las artimañas que informadores deportivos, con Pedrerol a la cabeza, utilizan en sus programas, supuestamente estrella, como Jugones, El Chiringuito, Deportes Cuatro o Deportes Antena 3 –siempre a remolque del Jugones de La Sexta–, para mantener viva la llama de sus filias y fobias. Esta pasada semana todos, absolutamente todos, quedaron en evidencia porque utilizaron el mismo recurso. Como le tienen muchas ganas a Guardiola, por una vez, y sin que sirva de precedente, se dedicaron a elogiar al Barça para destacar el fracaso del Manchester City en el duelo de Champions del Camp Nou: que si planteamiento, que si estadísticas, que si Agüero en el banquillo, que Messi marca las diferencias y en el City no hay ningún jugador capaz de hacerlo... En fin, todo elogios para los de Luis Enrique y palos a Pep. Si hasta se olvidaron, por unos días, de sus dos últimas obsesiones blaugrana: las provocaciones en forma de filigranas de Neymar y la agresividad de Suárez.No debería, a estas alturas del partido, asombrarnos, pero aún nos dejan con la boca abierta al observar las artimañas que informadores deportivos, con Pedrerol a la cabeza, utilizan en sus programas, supuestamente estrella, como Jugones, El Chiringuito, Deportes Cuatro o Deportes Antena 3 –siempre a remolque del Jugones de La Sexta–, para mantener viva la llama de sus filias y fobias. Esta pasada semana todos, absolutamente todos, quedaron en evidencia porque utilizaron el mismo recurso. Como le tienen muchas ganas a Guardiola, por una vez, y sin que sirva de precedente, se dedicaron a elogiar al Barça para destacar el fracaso del Manchester City en el duelo de Champions del Camp Nou: que si planteamiento, que si estadísticas, que si Agüero en el banquillo, que Messi marca las diferencias y en el City no hay ningún jugador capaz de hacerlo... En fin, todo elogios para los de Luis Enrique y palos a Pep. Si hasta se olvidaron, por unos días, de sus dos últimas obsesiones blaugrana: las provocaciones en forma de filigranas de Neymar y la agresividad de Suárez.