Una gala imposible

No acaban de encontarle el punto a las galas de la entrega de premios de la Liga de Futbol Profesional. No están mal del todo pero no convencen a nadie. La de esta semana no fue una excepción. Salvo en el ritmo, cortito y al pie –salvo el lapsus de Mario Vaquerizo olvidándose del premio que iba a entregar entre bastidores– lo demás crujió demasiado. Por pragmatismo, para evitar que nadie se cabrease demasiado, para contentar a los patrocinadores a los que se mencionaba hasta en los parlamentos... Por lo que fuese... Pero, que al Atlético se le ninguneó el año que ganó la Liga, pues nada... Este año que se lo lleve todo; que el Barça no ha enviado a nadie de postín, pues nada, que se lleve lo imprescindible; que el Madrid está chulito, pues eso, solo un premio; que los premiados juegan ya en otro equipo y los galardones son por méritos de la temporada anterior, pues se les ignora... Y luego, esa manía de que las presentadoras acaban siendo chicas florero sin poder demostrar sus méritos profesionales salvo en lo físico, caso de la mexicana Eva Marcela, vestida para la ocasión.