Política televisada

Hay que reconocer que en estos últimos tiempos, García Ferreras ha dado un paso al frente y ha “futbolizado” la política, por ejemplo, con los “pitos” –al más puro estilo Carrusel Deportivo de toda la vida– que anunciaban que había novedades en Ferraz durante sus ya célebres reuniones del comité federal del PSOE o el último invento del Abstenciómetro con el que, a voz en grito, controlaba las votaciones socialistas en el debate de investidura de Mariano Rajoy del sábado. Sí, todo eso es cierto, pero no toda la culpa de esa frivolización del tema es únicamente de Al rojo vivo de La Sexta. De hecho, ya hace tiempo que venimos advirtiendo que la “cosa pública” se ha convertido en una esclava de la televisión. Los políticos, en mítines o en el Parlamento, sólo reaccionan y salen de su letargo en cuanto se dan cuenta de que los pilotos de las cámaras están encendidos. Entonces se colocan, se acicalan y buscan el titular para el informativo, el vídeo viral o el trending tropic. Sólo así se entienden gestos como los de Pablo Iglesias o los de Rufián este sábado.