BOIG PER TU
Un consejo constructivoLos secretos del corazón
First dates se ha convertido en todo un éxito en Cuatro por divertido, breve, con brillantes apostillas del presentador Carlos Sobera que se mueve por la sala como pez en el agua y, en ocasiones, con desenlaces sorprendentes por inesperados. Pero también es manifiestamente mejorable con un poco de realismo en esas citas a ciegas en un restaurante de atrezzo. No es mala idea lo del restaurante para dar verismo a la primera reunión entre dos aspirantes a un proyecto en común. Nada mejor que compartir mesa y mantel para irse conociendo. Incluso queda muy bien el detalle de que los participantes en el reality pagan la cena, a veces a escote y otras con invitación de una de las dos partes, pero aún quedaría mejor si se viese más movimiento por parte de los camareros, que pasan minutos sin pasearse por el local; más trasiego de platos y llenado de copas, porque las parejas de extras que completan el decorado siempre estan sedientos y en ayunas e incluso, no estaría de más colocar cubiteras junto a las mesas de las parejas que piden vino. Sería mucho más real.