De perros y amos

De momento aún no tenemos constancia de que ningún movimiento animalista haya puesto el grito en el cielo tras ver la utilización de las mascotas que hace Cuatro en su Amores perros. Los dignos representantes de la raza canina son exhibidos sin ningún pudor en una exhaustiva caza de pareja mientras sus dueños se dedican a lo mismo. Un reality que parece una mezcla de lo más agitada de First Dates, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Un príncipe para tres princesas. La cosa tendría su gracia viendo como mientras los animales acaban lamiéndose cariñosamente los genitales (una costumbre muy perruna), sus dueños acaban dándose el pico como fue el caso de Patricia y Cristian en el primer programa, de no ser por el hecho de que este Cristian, de físico imponente, ya fue protagonista destacado y no hace tanto tiempo de Mujeres y hombres y viceversa. Con la cual cosa, por si es que aún quedaba alguna duda, todo sigue siendo una pamema, un teatrillo, un cachondeíllo de usar y tirar y que durará lo que decida que dure la audiencia y Mediaset.