No tenemos término medio

Mira que lo estaban haciendo bien en Deportes Cuatro. Llevaban con profesionalidad la información de día después de la tragedia aérea del Chapecoense brasileño cerca de Medellín. Informaban con rigor, buscando lo noticiable entre tanto ribete trágico e incluso recordaron las anteriores tragedias aéreas que diezmaron al Torino en 1949 en Superga o al Manchester United en Munich en 1958. Estaban en las antípodas del amarillismo, sin ir más lejos, con el que Pedrerol envolvió el tema –ráfagas musicales y kyrons para la ocasión– tanto en el Jugones del mediodía como en el Chiringuito de la medianoche. De manera tan correcta lo estaban haciendo que hasta resultaba, visto lo visto, sorprendente. Pero no, tenían que estropearlo para volver a las andadas, al espectáculo por el espectáculo. Y así llegó la información sobre la llegada de los jugadores de la Cultural Leonesa a Madrid para jugar por la noche Copa en el Bernabéu. Con un deje de cachondeillo y de manifiesta superioridad los retrataron como guiris extasiándose ante lo bonito que era el hotel donde se hospedaban.