Permítame que insista

Tomando prestado el eslogan de la aseguradora que con machacona insistencia promociona el gran Matías, quisiera insistir de nuevo en el uso y abuso de la incitación a las apuestas que hacen todas y cada una de nuestras televisiones generalistas y especializadas. En una época en que ya padecemos un bombardeo global incitando al consumo, ya no económico sino al bebible y alimenticio, poniendo en serio riesgo colesterol, ácido úrico, transaminasas y triglicéridos de nuestro cuerpo, seguimos asistiendo, aunque eso sí, con la advertencia de que hagamos un uso responsable del tema, a la captación indiscriminada de futuros ludópatas bajo el reclamo de que quién no gane es porque no quiere, de que es facilísimo jugar con tantas aplicaciones descargables y con casas de apuestas que incluso te devuelven lo apostado si no has acertado, para que lo vuelvas a intentar basándose en la inflexible máxima de que “la banca siempre gana”. Y ahí estamos, en plenas navidades, dudando en qué plataforma nos jugamos el aguinaldo, bien vía futbol o en el no menos atractivo póquer online.