¿Era necesario este remake?

Esta reflexión ya la llevamos formulada demasiadas veces y mucho nos tememos que no será tampoco la última, ¿es realmente necesario copiar lo incopiable? ¿Realmente puede mejorarse algo inmejorable? ¿Para hacerlo igual o peor vale la pena el esfuerzo y el dinero invertido? Pues bien, pese a estos tres rotundos noes como respuesta, Antena 3 –es una producción ajena, que quede claro– ha estrenado el remake de Raíces, aquella mítica serie que en 1977 tuvo a este país –por lo que se refiere a España– en vilo hasta la emisión del último capítulo siguiendo las andanzas del esclavo mandinga Kunta Kinte y su familia forjada en el cautiverio hasta su libertad. La serie nueva no aporta nada nuevo. Es más, hay escenas y planos calcados al original. El público, entonces entregado, tampoco es el mismo por la diversificación de ofertas y a la juventud no ha enganchado. Resultado, el estreno muy por debajo de lo esperado, por debajo de Gran Hermano VIP (Tele 5) y Cuéntame (La 1), que tampoco arrasaron. Ya lo dijo aquel. Los experimentos en casa y con gaseosa.