Basta ya de repeticiones

A la hora de la sobremesa televisiva en casa hay dos cosas que a estas alturas ya nos provoca un hartazgo atroz. Una es el el uso y abuso de la publicidad en Antena 3 entre la finalización de la información deportiva y el inicio de la del tiempo. El otro día pulverizaron su propio récord: 21 minutos entre spots y promociones propias. La otra es el también abusivo uso que la cadena Cuatro hace de las entregas de Hawai 5.0. Ya sabemos que se trata de una serie low cost que está en la práctica totalidad de las parrillas televisivas de la TDT al igual que otras como Castle, Navy, CSI en todas sus variantes, Caso abierto o NCIS Los Ángeles. Lo sabemos y con darle al mando, asunto concluido, pero lo de Cuatro es más grave porque no se trata de una cadena mindundi sino la segunda en el escalón de Mediaset. Ver por vigésima vez las artimañas del malvado Wo-Fat a McGarret, Williams y los suyos (con la madre del exmarine entrando y saliendo de la trama), o el novio de la Yakuza de la agente Kono Kalakaua, afecta directamente a la salud. Provoca urticaria.