Se calla la voz del Año Nuevo

Salvo improbable cataclismo, el 1 de enero de 2018 tendrá lugar el concierto de Año Nuevo desde la Sala Dorada de la Musikverein de Viena dirigido por Riccardo Muti (Nápoles, 1941) que se colocará por quinta vez al frente de la Filarmónica vienesa después de los de 1993, 1997, 2000 y 2004, pero ya no será lo mismo. No lo será porque faltará, al menos para los incondicionales que lo seguimos fiel y religiosamente desde ni se sabe cuántos años, la docta voz de José Luis Pérez de Arteaga (Madrid, 1950-2017) ilustrándonos desde su didáctica amenidad de todos los entresijos del evento. Periodista y musicólogo nos acompañaba, edición tras edición, para explicarnos las entretelas de las piezas a interpretar, la vida y milagros de todos y cada uno de los profesores, los detalles no vistos por las cámaras o sus muletillas como la entrañable de “desde las más remotas islas de la Polinesia o la más recóndita aldea de Laponia saben que el concierto no se ha acabado. Faltan los bises con el Danubio Azul o la Marcha Radetzky”. Lo echaremos muchísimo de menos.