Vemos dos partidos

La compañera Mónica Planas, en un acertado comentario en su sección diaria de El Mundo Deportivo ponía el dedo en la llaga de un fenómeno que, por desgracia, cada vez es más habitual: hasta ahora creíamos que por televisión veíamos un partido pero no, craso error, en realidad son dos. El que contemplamos en directo y otro, completamente distinto y del que ignorábamos su existencia, que descubrimos al día siguiente a través de los resúmenes de las televisiones, sobre todo en Jugones, El Chiringuito y Deportes Cuatro. En esos programas no se centran en las jugadas más destacadas del encuentro, o en las reacciones de los protagonistas en la sala de prensa o en la zona mixta. No, lo que se hace es rearbitrar de nuevo el partido destacando por encima de todo los errores arbitrales –sobre todo si el beneficiado es el Barcelona– y con la excusa de mostrar “lo que el ojo no ve”, enseñar todas las polémicas que se nos habían pasado por alto: enfrentamientos, insultos –hay que ver qué mano tienen para leer los labios ajenos– o comentarios. El Barça-Atlético fue un ejemplo.