BOIG PER TU
Parece que triunfa el amor
El amor es lo que tiene, que se escribe con hache como aseveraba el maestro Poncela, porque de lo contrario no acaba de explicarse que finalmente Jordi, el concursante de Cervera y Mónica, la guapísima valenciana, decidiesen darse una oportunidad y continuar como pareja, sin utilizar el comodín del divorcio, en la final de la 3ª temporada de Casados a primera vista, el reality de Antena 3. Nos alegramos por ellos y por el amor (aunque sea a primera vista y con cierto aroma a atrezzo) pero lo cierto es que todo apuntaba hacia otro final. Incluso desde el momento de la boda a ciegas en que la madre de Mónica le suplicaba a su hija allá en el México lindo que no se casase. Las distintas entregas del programa también parecían presagiar el naufragio. El feeling no llegaba y había más puntos de desencuentro que de encuentro. En el último programa hasta chirriaban, al menos en casa, esas pullas de la abuela valenciana. “¿Qué vas a hacer en un pueblo, Mónica? Cervera no es para ti”. De momento la nieta no ha hecho caso y piensa seguir la relación. Veremos qué pasa.