¡Vaya cruz!

Es de suponer que después de la tempestad va a llegar la calma y que todo va a quedar en nada más que una desagradable anécdota, pero a lo largo de estos días no se habla de otra cosa –¡es un decir, se entiende!– que de la querella que una asociación ultramontana ha puesto a Dani Mateo y al Gran Wyoming por un chiste sobre la cruz del Valle de los Caídos en un reciente programa de El Intermedio. En casa hemos visto varias veces el citado gag y más allá de si fue un comentario afortunado o no, lo cierto es que no vemos ofensa alguna a la cruz como símbolo religioso. El chiste de Dani Mateo se centraba en su opinión de la gigantesca cruz que corona uno de los símbolos más emblemáticos del franquismo, erigido por el dictador para homenajear a sus caídos y construído por represaliados y desafectos republicanos condenados a trabajos forzados en la postguerra. Como decía Mateo, a posteriori, es que da la sensación de que los demandantes no han entendido ni el chiste. O no, han entendido lo que realmente querían entender. En cualquier caso, el tema resulta patético... y preocupante.