BOIG PER TU
Adiós a un actor inolvidable
Esta semana ha fallecido el actor Powers Boothe (1948-2017). A lo mejor su nombre no les suene demasiado pero pertenecía a esa generación de profesionales que nunca llegaron a alcanzar el estatus de gran estrella mediática pero que resultaba imprescindible porque tenían la capacidad de mejorar, con su presencia, cualquier proyecto que se le pusiese por delante. En el cine siempre lo recordaremos como el atribulado padre de La selva esmeralda (John Boorman, 1985) o el sanguinario Curly Bill Brocius de Tombstone (George Pan Cosmatos, 1993) pero en la televisión, que es lo que nos ocupa, brilló de manera imperecedera como Phillip Marlowe en los 80; el maquiavélico general romano Flavio Aecio en Atila el huno (2001), o el vicepresidente Noah Daniels en 24. Pero, para nosotros, a nivel personal, Boothe siempre será el malvado y refinado Cy Tolliver, que desde su saloon casino le hacía la vida imposible al legendario Al Swearengen (Ian McShane), el dueño del menos lujoso, pero más popular bar de Deadwood, una de las mejores series jamás filmadas.