BOIG PER TU
Malos tiempos para el cine
Intentando arreglar el mundo, que por cierto, jamás se deja el condenado, compartiendo el primer café del día, coincidíamos con el amigo Juan Ferrer –que de cine entiende un poquito– en que la actual programación cinematográfica de las cadenas en abierto es manifiestamente mejorable. Es más, en los últimos meses, es de lo peor que se ha visto en años. Y buscando las posibles razones a semejante herejía había que convenir en que, simplemente, el cine ya no da audiencia. Los gustos de los espectadores se decantan ahora por las series, concursos familiares y realitys. Y como las cadenas lo saben, salvo contadísimas excepciones y siempre en fines de semana, se limitan a cubrir el expediente, cuando lo hacen. Así nos encontramos con películas de serie B a todo trapo, repeticiones tan abusivas que hacen aborrecer a los propios títulos y fiascos vergonzosos como la programación de Paramount Channel, la fallida esperanza para los cinéfilos. ¿Y los clásicos? Pues hay que buscarlos en 13TV y no en los mejores horarios, precisamente. Y así van pasando las semanas.