La paja en el ojo ajeno

Lo hemos dicho hasta la saciedad y no nos cansaremos de repetirlo. Nuestra profesión, al menos por lo que a la información deportiva refiere, degenera y se ha convertido, por desgracia, en una guerra de trincheras donde manda lo de “ellos y nosotros”, “conmigo o contra mí” y el “y tú más” como mortífera arma defensiva.

Este fin de semana lo hemos vuelto a ver con los festejos de la Champions y Liga del Real Madrid. Bueno, da igual si es el Madrid o el Barça cuando también lo celebra. Salvo resúmenes sabiamente dosificados, seguir en directo rúas, homenajes y celebraciones resultan excesivamente cansinos y con demasiados tiempos muertos para rellenar y con el riesgo de que comentaristas y tertulianos se vengan arriba y digan cosas que no deberían.

Como Miki Nadal, speaker en el Bernabéu, concediendo a Cristiano Ronaldo el Balón de Oro antes de hora, lo que provocó las iras de RAC1, que lo llamaron “tontolaba” sin acordarse de que han estado mes y medio con una sección, Amics per sempre, buscando a ver quién era capaz de ganar al Madrid en Liga y Champions.