BOIG PER TU
La caída del imperio 8TV
Si nadie lo remedia, 8TV afrontará este verano una página crucial para su supervivencia como la televisión independiente de Catalunya. Asfixiada por las deudas y tras el abandono de Mediaset como socio capitalista –la verdad es que su aportación fue aún más ruinosa– va de cabeza al insondable abismo.
Solo hace falta ver su programación. Por la mañana, el audio de El món a RAC1, televenta y nuevamente el audio de La segona hora de RAC1. Con todos los respetos al Basté y a Quim Morales y su troupe: para oírlos ya tenemos la radio.
Oírlos y ver en la pantalla la, eso sí, espectacular vista desde el piso 15 de la Torre Barcelona, sobre la plaza Francesc Macià, pues como que no. Por la tarde, sin informativos una serie y, por la noche, otra serie o una película de segundo nivel.
¿Qué queda? Pues los dos pilares sobre los que se sustenta desde hace tiempo la otrora ambiciosa cadena, Alfons Arús (de 14 a 18 horas) que acapara el 35 por ciento del share y el 25 por ciento de la publicidad y Cuní, que acaba ahora, con el 45 y el 62 por ciento publicitario. Así no hay manera.