BOIG PER TU
Hace daño al oído
El verano del 2017 nos deja, televisivamente hablando, muchas cosas para olvidar, comenzando por las inacabables adaptaciones del Despacito de Luis Fonsi. Y también infumables anuncios como el, ya comentado aquí, de la chica con problemas de depilación que desconoce que existe una maquinilla infalible; el de la abuela haciendo trampas en un concurso de tortillas de patata, o el de la crema contra el dolor de espalda en sus tres variantes, con tres marcas diferentes. Sin embargo hay uno especialmente que nos pone de los nervios, no tanto por la calidad, que es aceptable, sino por su sintaxis, que hace daño incluso al oído. Seguro que lo han visto. El inefable Bertín Osborne canta las excelencias de unos mejillones en conserva: seleccionados y condimentados con mimo, como manda la tradición. Lo malo es cuando los prueba e intenta definir en voz alta las sensaciones gustativas. Podría decir “son y/o están buenísimos” o simplemente el calificativo, pero no. Por fallo del guion o una morcilla de Bertín, suelta un chirriante “E... (así, sin la “s”) buenísimo (en singular)”. Penoso.