Temporada nueva, líos viejos

En realidad ni en Sálvame ni en el Deluxe se estrena temporada, porque la anterior no se acaba nunca. Es un bucle donde no existen las vacaciones. Ahora les llega, porque no les queda otro remedio, carne fresca en forma de inquilinos de la casa de Guadalix de la Sierra, a los que aderezarán de manera conveniente para que resulten apetitosos a la audiencia. Y así podrán descansar de un verano en el que no han abundado los temas y los han tenido que estirar a base de bien. Comenzaron con una forzada polémica sobre si las fotos en bañador y bikini de las colaboradoras del plató eran pilladas o pagadas. Por el tamiz pasaron Terelu, María Patiño –que no para de entrar en el quirófano–, Paz Padilla e incluso, para adornarlo del todo, Isabel Pantoja y el cotilla Jesús Mariñas con su novio-armario cubano. Luego le tocó el turno a Belén Esteban, que ha sido ejecutada en las redes públicas (y en el plató también, aunque con división de opiniones) por hacer pública, a cambio de dinero, claro, la conversación privada que sostuvo con María José Campanario en el psiquiátrico.