Pedrerol se contradice

A estas alturas, Josep Pedrerol ya no tiene capacidad de sorpresa. Su criterio siempre oscila en favor de la audiencia o del sol que más caliente en ese momento. Por eso incurre en tantas contradicciones que le convierten en una especie de veleta siempre con el viento a favor. Ahora tiene entre ceja y ceja al independentismo catalán y al grito de “no hay que mezclar fútbol y política” tanto en Jugones como en El Chiringuito –Madrid aparte– no hace más que hablar del tema. El otro día manipuló de la manera más burda un cruce de opiniones entre dos aficionados del Girona, en la previa del Girona-Barça, para anunciar, en tono apocalíptico, que “la política los separa”. Ha dado palos a diestro y siniestro al Barça por su posicionamiento sobre el 1-O mientras ha aplaudido al Espanyol por todo lo contrario. Ha ridiculizado al Lleida (al menos el Esportiu tuvo su minuto de gloria en un programa de audiencia estatal) por lo de la senyera pero ha aplaudido al jugador del Almería que celebró un gol dedicándoselo a la Guardia Civil. En fin, que Pedrerol es como es y ya no engaña a nadie.