La mala semana de la Griso

Esta semana ha sido un verdadero sinvivir para Susanna Griso (Barcelona, 1967) en su Espejo público. Partidaria de la no independencia de Catalunya, se le saltaban las lágrimas tras la violencia policial del 1-O y se ha postulado claramente en favor de la mediación y el diálogo. Con lágrimas en los ojos se lamentaba de que “nos nos merecemos esto”. Y con la moral por los suelos perdió las formas en una entrevista con la alcaldesa de Calella, Montserrat Candini, a la que acusaba de presionar a los hosteleros locales para desalojar a la Guardia Civil de sus establecimientos. Casi le cierra el micro. Luego se las tuvo con un cura independentista al que le reprochó que, siendo cristiano como era, defendiese el no cumplir las leyes. Acabó recibiendo un corte, que se hizo viral, cuando este le replicó que “precisamente Jesús acabó en la cruz por no cumplir las leyes”. Y el viernes le fallaron hasta tres veces consecutivas las conexiones en temas concernientes al procés. La última, con Manolo, el del bombo, para hablar del tema Piqué en la selección. Hay días en que no se está para nada...