BOIG PER TU
Éticamente muy reprobable
El tema de los abusos sexuales es lo suficientemente reprobable para que parezca mezquino y totalmente reprobable que haya quien sea capaz de utilizarlo y/o manipularlo en beneficio propio o en aras de la audiencia. Por eso se nos ponen los pelos como escarpias al ver como cada vez es más evidente que Mediaset fue capaz de utilizar un hipotético caso de agresión sexual en el interior de la casa de Gran Hermano Revolution. Según parece, después de una fiesta bañada en alcohol, el concursante José María hizo algo más que edredoning con la concursante Carlota, a la sazón, compañera sentimental suya en el programa. Él fue expulsado. Y ella pasó a manos de psicólogos mientras, según parece, hubo denuncia del programa en el Juzgado de Colmenar Viejo. Sin embargo, y aquí comienzan las dudas, Carlota no presentó denuncia. Y tanto la Guardia Civil como el Juzgado no han seguido las correspondientes diligencias. Y lo que es peor aún: a las dos semanas, Carlota volvió al programa por la puerta grande para hablar largo y tendido de lo suyo sin la más mínima secuela.