Una mala Ana Belén

Después de la primera entrega no se le auguran buenos tiempos para la serie de TVE Traición, protagonizada por Ana Belén (Madrid, 1951) y avalada por éxitos de la misma productora como Velvet o Tiempos de guerra. El melodrama, puro y duro, sobre las interioridades de una millonaria familia con sexo, pasiones, intereses y lucha a muerte por el poder, no acabó de atrapar a la audiencia, que la encontró tibia y sin ritmo. Y eso que la protagonista se esfuerza en su papel de mala malísima, ruin, sin escrúpulos y capaz de provocar el enfrentamiento entre su hijo y su marido. Ana Belén no volvía a televisión desde 1999 con aquella Petra Delicado, que tampoco acabó de funcionar. Cabe pensar que la cosa aún tiene arreglo porque las series con mala malísima en su interior siempre han atrapado al personal. Recuérdese por ejemplo Falcon Crest, con Angela Channing, o Dinastía, con Alexis Carrington. O aquí mismo, a Concha Velasco en Herederos o a Mercedes Sampietro, como Teresa Capdevila, en Nissaga de poder o más recientemente en La Riera.