BOIG PER TU
Un concurso prescindible
Al final va a resultar que el mensaje del esport promocional de Campofrío que comentábamos ayer lo ha clavado. Somos capaces de rasgarnos las vestiduras porque en un partido de benjamines un equipo gane 47-0 al rival por el mensaje negativo que trasmite al derrotado (y al ganador también) y en cambio aceptamos como bueno el deplorable MasterChef Junior de La 1 que acaba de iniciar su quinta edición. Sí, deplorable. Primero porque utilizan a menores de edad en aras a la audiencia –Mediaset con La Voz Kids peca exactamente de lo mismo– potenciando la competitividad a edad tan temprana y provocando traumas a todos aquellos que van quedándose por el camino desde el mismísimo casting inicial. Segundo, el concurso apesta a falso con niños y niñas resabiados a más no poder dándole a los fogones con demasiada atención al guion y menos a las recetas y, sobre todo, infringiendo los horarios de protección al menor finalizando los programas más allá de la medianoche. Si lo vemos –en casa lo tenemos vetado–, lo aplaudimos y hasta lo comentamos.